Los 6 mejores libros de Groucho Marx

Los 6 mejores libros de Groucho Marx

Julius Henry Marx, más conocido como Groucho Marx, fue un actor, humorista y escritor estadounidense, conocido principalmente por ser uno de los miembros de los hermanos Marx.

Nació en Yorkville (Nueva York) allá por el cambio de siglo. Además de cuatro hermanos, Chico, Harpo, Gummo y Zeppo, tuvo una madre que hizo de todo para darles de comer y un padre sastre que fue una calamidad.

Tras sus inicios en números cómicos de circo y musichall, la troupe de los Marx se hizo famosa en películas como Los cuatro cocos, Sopa de ganso, Un día en las carreras, Los hermanos Marx en el Oeste o Una noche en Casablanca, comedias disparatadas que pueden verse, año tras año, sin que el espectador agote su capacidad de asombro e hilaridad y que confirman a Groucho como uno de los cómicos más geniales del cine.


1. Memorias de un amante sarnoso

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El humor de los Hermanos Marx sigue hoy tan actual como en los años veinte, y sus películas se han convertido en clásicos y puntos de referencia indiscutibles del género. La brillantez de los diálogos, la comicidad de las situaciones y, sobre todo, el continuo reírse de todos los valores y las instituciones establecidos, son los rasgos que han hecho perdurar sus obras.

Memorias de una amante sarnoso es un desternillante recuento de anécdotas sobre la vida de Groucho Marx en Hollywood y sobre sus hermanos, así como socarronas reflexiones sobre el amor, la «filosofía marxista, según Groucho» y otros temas.


2. Groucho y yo

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Groucho y su yo, fundidos aquí en uno solo, escribieron, como era inevitable suponer, un libro que sólo puede escribirse como…, bueno, indescriptible. También será inevitable, si el lector siente la curiosidad por saber a ciencia cierta quiénes y cómo son Groucho y el yo-de-Groucho, que compre y lea estas memorias muy particulares, porque nosotros tan sólo podremos adelantarle aquí que, aunque uno y otro sean de naturaleza profundamente similar, también son, paradójicamente, muy distintos.

En tanto que Groucho, ese incómodo insumiso, entrometido, criticón e insolente mujeriego, dinamita la sociedad, siembra el absurdo y el desconcierto por doquier y no comprende cómo alguien puede pertenecer a un club del que él sea socio, el yo-de-Groucho no piensa sino en medrar y enriquecerse en esa misma sociedad que dice despreciar y se arrima a cualquiera con tal de que le introduzca en el club más selecto.

Pero lo cierto es que los dos gozan por igual del don privilegiado de hacernos morir de risa…


3. Groucho & Chico, abogados

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Poco podían imaginar los Hermanos Marx, en aquellos tiempos en que los programas de radio en los Estados Unidos no habían todavía alcanzado su apogeo y, por lo tanto, no eran grabados en cintas, que alguien se había tomado la molestia de transcribir estos sketches radiofónicos. Todo el mundo entonces los dio por perdidos y cayeron naturalmente en el olvido.

Pero Michael Barson, licenciado en cultura popular y doctor en cultura norteamericana por la Bowling Green State University de Ohio, dio un día en los archivos de la babélica Library of Congress de Nueva York con las transcripciones de los textos originales que hoy nos presenta en este volumen en el que incluye también un prefacio sobre la situación de la radio en la época, una conversación con uno de los co-guionistas de la serie, un texto de Groucho sobre la radio escrito en 1934 y 20 fotografías de aquel período. Barson es además colaborador habitual en varias revistas y tiene en preparación un libro que recoge posters de películas «cutres» : Lost, Lonely and Vicious.

En 1932 la compañía radiofónica norteamericana NBC emitió veintiséis episodios -una comedia seriada, ágil, ligera y estrafalaria- protagonizados por Groucho Marx en el papel de W.T. Flywheel, un abogado cantamañanas y bromista, y por su hermano Chico en el papel de Emmanuel Ravelli, su perdulario asistente.

Desde los más locos embustes judiciales para poder filmar una película de gangsters con gangster de verdad hasta hacerse pasar por un potentado asiático en una opulenta fiesta para embaucar a un maldito casero, Groucho y Chico vuelven a hacer de las suyas y, como el público que les siguió entusiasmado todos los lunes hace cincuenta años, nos reiremos hoy hasta la carcajada de su lunático e inagotable humor.

Gracias a Michael Barson, quien desenterró la transcripción escrita de estos programas radiofónicos, disponemos ahora de un libro inédito de los Hermanos Marx, sin duda uno de los más hilarantes.


4. Las cartas de Groucho

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Además de ciertas debilidades disculpables como los buenos cigarros, la buena mesa y Jean Harlow, Groucho Marx ha mostrado, en ocasiones, sospechosas tendencias hacia la literatura. Tras acreditarse en sus libros como egocéntrico ejemplar y amante sarnoso, Las cartas de Groucho constituyen hoy un documento revelador de sus aficiones, odios y amistades y de que estaba irremisiblemente predestinado a la literatura.

A lo largo de muchos años, Groucho Marx ha escrito infatigablemente cartas a sus hermanos, a su hijo, a su médico, al boyfriend de su hija, a sus amigos, a sus compañeros de profesión Eddie Cantor y Jerry Lewis entre ellos, a negociantes varios desde Howard Hughes al presidente de la Chrysler, a numerosos escritores como E.B. White, James Thurber y T.S. Eliot, a periodistas a quienes dedica amables denuesto, amén de gobernadores y políticos varios, incluyendo un presidente.

En esta correspondencia abundan páginas memorables, en cartas dirigidas ya sea a un club de Hollywood («no me interesa pertenecer a ninguna organización social capaz de aceptarme como miembro»), a la Warner Brothers («Ustedes pretenden ser los propietarios de Casablanca y nadie puede utilizar ese nombre sin su permiso. ¿Y qué hay de la Warner Brothers? ¿También son propietarios de eso? Probablemente tengan derecho a utilizar el nombre de Warner, pero ¿y el de Brothers? Profesionalmente nosotros éramos Brothers mucho antes que ustedes»), a T.S. Eliot («no sabía que fuera usted tan guapo»).

Irónicas, feroces, tiernas, sarcásticas, desdeñosas, agudas, siempre divertidas, Las cartas de Groucho cuyos originales se conservan en la Biblioteca del Congreso no sólo son una obra maestra de la literatura epistolar, sino también expresión particularmente afortunada del ingenio de uno de los grandes humoristas de nuestro tiempo.


5. ¡Sálvese quien pueda! y otras historias inauditas

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Tras la publicación hace unos años de «Antología Marxista… y también dos huevos duros!!», la irrepetible obra en la que se recogen los mejores gags ilustrados de las películas de los hermanos Marx, insistimos en la literatura Marxista y publicamos esta recopilación de Robert S. Bader con los mejores textos cómicos de Groucho Marx.

En ella encontramos al único e inimitable Groucho hablando de su familia y de sus tiempos en el vodevil. Su conocida irreverencia y sus juegos de palabras, acompañados de unas gotas de ironía dirigidas contra sí mismo, vuelven a dar vida en estas páginas a su voz bromista, sin discusión, uno de los más grandes humoristas de todos los tiempos.

Pero este cómico inolvidable fue también un gran escritor, autor de piezas teatrales, guiones, libros y artículos periodísticos. Esta antología reúne por primera vez sus mejores textos cortos, publicados en diferentes periódicos y revistas entre 1925 y 1973.


6. Camas

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En un memorable día de otoño de 1929, mientras banqueros y millonarios arruinados se tiraban por las ventanas de sus rascacielos, Groucho Marx puso punto final a este libro suyo. Inexplicablemente, una vez agotado, estuvo 46 años sin reeditarse.

Al cumplir 85 años, Groucho dio una gran fiesta durante la cual se dejó fotografiar en su lecho para celebrar también la reaparición de Camas. Y es que, para Groucho, la cama siempre fue muy importante, hasta el punto de declararse un «monocamero» acérrimo, o sea fiel a un solo catre. Y en cuanto pudo llevar una vida más o menos sedentaria, convirtió su dormitorio en un auténtico santuario, y su cama, en altar.

Su experiencia camera no podía dejar de plasmarse en un pequeño tratado para aficionados y entendidos, que les indicará cuáles son las ventajas de dormir solo, cómo evitar que otro individuo ocupe la propia cama, qué actividades pueden desarrollarse en esta pieza de mobiliario, qué pasó con algunas camas célebres, el origen de la palabra «cama» y en fin, todo lo que querían saber sobre la cama y no se atrevían a preguntar.

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