Arundhati Roy (Shillong, 1959) debutó en la narrativa con El dios de las pequeñas cosas, que ganó el Premio Booker en 1997, se tradujo a más de cuarenta idiomas y se convirtió en un acontecimiento literario en todos los países donde se publicó.
También es autora de diversos libros de no ficción, como los excelentes y combativos ensayos políticos El final de la imaginación o El álgebra de la justicia infinita (Premio José Luis López de Lacalle), ambos en Anagrama. Vive en Nueva Delhi.
1. El dios de las pequeñas cosas
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
Ésta es la historia de tres generaciones de una familia de la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la niña inglesa Sophie Moll que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos -Estha y Rahel- que vivieron veintitrés años separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adúlteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomología y las pasiones prohibidas. Ésta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un día y en un país cuyas esencias parecen eternas.
Esta apasionante saga familiar es un gozoso festín literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabúes y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la pérdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente. Arundhati Roy ha sido comparada por esta novela prodigiosa con Gabriel García Márquez y con Salman Rushdie por sus destellos de realismo mágico y su exquisito pulso narrativo.
2. El ministerio de la felicidad suprema
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
El regreso de Arundhati Roy a la ficción veinte años después del éxito mundial de El dios de las pequeñas cosas: una historia de amor y guerra cautivadora y profundamente humana, y uno de los libros más esperados durante muchos años.
¿Cómo contar una historia hecha añicos?
Convirtiéndote poco a poco en toda la gente.
No.
Convirtiéndote poco a poco en todo.
El ministerio de la felicidad suprema es la deslumbrante nueva novela de la mundialmente famosa autora de El dios de las pequeñas cosas. Nos embarca en un viaje íntimo de muchos años por el subcontinente indio, de los barrios masificados de la Vieja Delhi y las carreteras de la ciudad nueva a los montes y valles de Cachemira y más allá, donde la guerra es la paz y la paz es la guerra.
Es una dolorosa historia de amor y una contundente protesta, una historia contada entre susurros, a gritos, con lágrimas carentes de sentimentalismo y a veces con una risa amarga. Cada uno de sus personajes está imborrable, tiernamente retratado. Sus protagonistas son gente rota por el mundo en el que vive y luego rescatada, recompuesta por actos de amor, y por la esperanza.
La historia empieza con Anyum –que antes se llamaba Aftab– desenrollando una raída alfombra persa en un cementerio al que llama hogar. Nos encontramos con la extraña e inolvidable Tilo y los hombres que la amaron, incluido Musa, novio y exnovio, amante y examante: sus destinos están tan entrelazados lo estaban y estarán para siempre sus brazos. Conocemos al casero de Tilo, un antiguo pretendiente, en la actualidad oficial de inteligencia destinado en Kabul. Y conocemos a las dos Miss Yebin: la primera es una niña que nace en Srinagar y es enterrada en el atestado Cementerio de los Mártires; a la segunda la encuentran a medianoche, abandonada en la acera en el corazón de Nueva Delhi.
A medida que esta novela cautivadora y profundamente humana trenza estas vidas complejas, reinventa lo que una novela puede hacer y ser. El ministerio de la felicidad suprema demuestra en cada página las milagrosas dotes de Arundhati Roy como contadora de historias.
3. Espectros del capitalismo
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
La India es un país de mil doscientos millones de personas y es la «democracia» más grande del mundo, con más de 800 millones de votantes. Pero las 100 personas más ricas del país poseen activos que equivalen a una cuarta parte del Producto Interior Bruto. El resto de la población son fantasmas en un sistema más allá de su control.
Millones de personas viven con menos de dos dólares al día. Cientos de miles de agricultores se suicidan cada año incapaces de hacer frente a sus deudas. Los dalits son expulsados de sus aldeas porque los propietarios, que les arrebataron sus tierras por no tener escrituras de propiedad, quieren dedicar la tierra a la agroindustria. Estos son sólo algunos ejemplos de los «brotes verdes» de una economía que ha corrompido a la India contemporánea.
Arundhati Roy examina el lado oscuro de la democracia y muestra cómo las exigencias del capitalismo globalizado han sometido a miles de millones de personas al racismo y a la explotación. La autora expone cómo las megacorporaciones han desposeído de recursos naturales al país y han sido capaces de influir a través del Gobierno en todas las partes del país, utilizando habitualmente al ejército y su fuerza bruta con fines lucrativos, así como a una amplia gama de ONG y fundaciones, para decidir la formulación de políticas en la India.
4. El final de la imaginación
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
Tras el apoteósico éxito internacional de «El dios de las pequeñas cosas», Arundhati Roy, después de una larga ausencia, regresó a la India y se encontró con un país dominado por un clima de exaltado patriotismo. Las soflamas nacionalistas proclamaban la fuerza de la India gracias a su poder nuclear. La escalada de tensión con el vecino Pakistán desembocó en una serie de manifestaciones de fuerza consistentes en realizar pruebas atómicas en zonas desérticas próximas a la frontera que eran contestadas por el otro Estado con nuevas explosiones.
En este breve y demoledor reportaje, la extraordinaria novelista que es Arundhati Roy pone su escritura al servicio de una causa justa y necesaria: la denuncia de la utilización de la energía nuclear con fines bélicos. Y aborda la hipocresía que rodea al tema, estas armas son presentadas como garantes de la paz mediante la «disuasión», la nueva situación creada tras los cambios geopolíticos propiciados por el final de la guerra fría y el acceso a este armamento de países del Tercer Mundo, el peligro absolutamente real de provocar en unos segundos la destrucción de la vida del planeta «El final de la imaginación» es una indignada y comprometida denuncia de una situación vergonzosa, porque «es una locura creer que las armas nucleares sólo son mortales si se utilizan. El hecho de que existan, su sola presencia en nuestras vidas, causará más estragos de los que podemos siquiera imaginar. Las armas nucleares impregnan nuestro pensamiento. Determinan nuestro comportamiento. Rigen nuestras sociedades. Dan contenido a nuestros sueños. Penetran como ganchos para colgar carne en la base de nuestro cerebro. Son proveedoras de locura. Son el último colonizador».
5. Retórica bélica
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
Una colección de brillantes e incisivos ensayos sobre temas de candente actualidad, dirigidos a todos los que desean que la democracia y la justicia lleguen hasta el último confín de la tierra, desde la escalada nuclear en la que rivalizan India y el Paquistán hasta la denuncia de los errores y falacias de la retórica propagandística norteamericana, dirigida a «justificar» la guerra de Irak.
6. El álgebra de la justicia infinita
Comprar en Amazon ES Comprar en Amazon USA
El álgebra de la justicia infinita nos muestra que nada humano debería ser ajeno a nosotros, manifiesta una necesidad de llegar a conclusiones y pensamientos por nosotros mismos, de que cuestionemos todos los actos sin excepción, que no caigamos en la total creencia de los habituales discursos del poder, ya sea los que tienen relación con la destrucción del valle del Narmada en la India, o la dudosa privatización de la electricidad en algunos países en los que miles de personas no la tienen, o las bombas que caen día tras día en los países árabes como por ejemplo Afganistán.